Tan longevos e incombustibles como los Rolling Stones o The Who. Status Quo llevan más de seis décadas de carrera ininterrumpida, aunque quizá no nos hayamos dado cuenta porque siempre han estado ahí. Con su boogie rock, con sus estribillos infalibles, con su blues y con su ritmo – que dice una de sus canciones –, con su indiscutible oficio y su infalible directo.
Los británicos Status Quo han visto pasar ante sus ojos la irrupción de la psicodelia, del progresivo, del punk y de otras decenas de estilos que nada tenían que ver con ellos, pero apenas se han inmutado. Su universo es inmune a las modas de temporada. Y está muy bien que así sea. 120 millones de copias vendidas en todo el mundo de sus más de treinta discos de estudio, más de siete mil conciertos e innumerables reconocimientos de la industria (Brit, World Music Award o UK Festival) les avalan. Francis Rossi dirige con mano firme la nave que tuvo que abandonar Rick Parfitt cuando falleció en 2016, y nada de eso ha alterado la fórmula infalible de esta franquicia del rock más vitalista, canónico y contagioso en la historia del género. Lo suyo es una fiesta plagada de canciones memorables, aunque haya quienes apenas les recuerden más que por “In The Army Now” (1987). Una celebración ante la que que nadie puede permanecer impasible.