Performing If You’re Feeling Sinister, and a second set of favourites. Stuart Murdoch y los suyos representan, desde Glasgow, la esencia del indie británico más refinado surgido en la década de los noventa, sustentando un puñado de canciones inmarchitables. Sus exultantes directos son auténticas celebraciones vitales, rebosantes de soberbias canciones pop.
La banda escocesa es fiel emblema de aquel indie que asumió como evangelio propio los discos de los sellos Postcard o Sarah Records o el influjo de The Smiths (la estética de sus portadas no engaña), y una amalgama de referencias culturales heredadas de los años sesenta, pasadas por un tamiz de sutil intelectualidad. Y es de celebrar que su factoría esté lejos de agotarse, porque los radiantes “A Bit of Previous” (2022) y “Late Developers” (2023) son dos de los mejores discos que han publicado en mucho tiempo, y eso es mucho decir cuando cuentas en tu discografía con obras maestras como “Tigermilk” (1996), “If You're Feeling Sinister” (1996), “The Boy with the Arab Strap” o “The Life Pursuit” (2006). En todos ellos late la maestría de unos músicos que a partir de los 2000 supieron abrir sus miras estilísticas e incorporar elementos de sunshine pop, glam rock, soul al estilo Motown o música disco, sobreponiéndose a la marcha de miembros destacados (Stuart David, Isobel Campbell) y convirtiéndose en una banda mucho más voluble, que hace toda una fiesta de cada uno de sus directos. Avisados estáis.