El papel del productor musical ha sido ese gran desconocido para la inmensa mayoría del público general. Aunque grandes nombres como el de Quincy Jones, Giorgio Moroder o Phil Spector siempre han figurado en las carátulas de los discos más cotizados de la música contemporánea, rara vez han obtenido un reconocimiento popular equiparable al del artista.
Es cierto que esta perspectiva cambia radicalmente cuando el productor también desarrolla su propia carrera artística. En los últimos años, hemos podido comprobar este fenómeno con nombres como el de Bizarrap, Mark Ronson o Charlie Puth, ampliamente reconocidos como productores y artistas por gran parte de sus oyentes. Si lleváramos a cabo una relación de productores musicales, que también han desempeñado el papel de músico o artista, en el 'Top 3' debería aparecer la figura de Nile Rodgers.
El guitarrista norteamericano lleva décadas imprimiendo su sello a temas que han alcanzado el 'Número 1' de las listas de éxitos. Desde Madonna, hasta Daft Punk, pasando por David Bowie, Rodgers se ha encargado de dejar patente una marca que brilla a día de hoy en sus más de dos horas de concierto. Por supuesto, en estos recitales no puede faltar los clásicos de CHIC, la agrupación que revolucionó la música disco y que tuvo al neoyorquino como principal exponente, junto al bajista Bernard Edwards.
Hoy, en ‘Recordando las Noches’, viajamos hasta el pasado 11 de julio para rememorar su actuación en Noches del Botánico 2023.
‘I’m a Freak Chic’ rezaba una de las pancartas que ondeaban en una pista completamente abarrotada a pocos minutos del inicio. Alrededor de 4000 personas esperaban con cierta inquietud al ‘hitmaker’ en la primera de sus dos actuaciones en nuestro país. El ambiente era inmejorable y el espectáculo dio el pistoletazo de salida con un ‘Medley’ de CHIC donde ‘Le Freak’ era la carta de presentación.
Ese riff tan característico de Rodgers hizo estallar de júbilo a los asistentes, que aún no presagiaban la cantidad de temazos que iban a llover esa noche sobre el verde del Jardín Botánico de la Universidad Complutense. El traje blanco y el clásico golpeador ‘espejo’ de su Fender Stratocaster hacían de Nile un imán visual del que era prácticamente imposible despegar la vista. Tras esos primeros cuatro compases guitarreros, comienza a entrar en escena la actual formación de CHIC.
Con un groove impecable y un dominio del ritmo abrumador, Jerry Barnes (Bajo) y Ralph Rolle (Batería) comienzan a levitar sobre nuestro escenario hasta elevarse a la máxima expresión de la música disco. Paralelamente, empiezan a incorporarse las elegantes y magistrales voces de Folami Ankoanda y Kim Davis con el legendario estribillo ‘Freak Out, Le Freak, C’est Chic’. Russell Graham, Richard Hilton (Teclados) y Bill Holloman (Trompeta) completan a una banda que ya había activado la maquinaria del ‘dance floor' en Noches del Botánico.
Al clásico himno, que relata una mala experiencia a las puertas de Studio 54, según Rodgers, le seguirán los archiconocidos ‘Everybody Dance’, ‘Dance, Dance, Dance’ y ‘I Want Your Love’ para cerrar así un inicio de concierto de lo más ‘chic’.
A eso de las 23:00 h, el auditorio de Noches del Botánico ya se había convertido en una discoteca de verano al aire libre, al puro estilo 80’s. Justo en ese momento, el set list cambia de tercio para centrarse más en la carrera de Rodgers como productor. La primera parada de este viaje sería ‘I’m Coming Out’ y ‘Upside Down’, dos temas que Rodgers y Edwards compusieron para el álbum Diana de Diana Ross. Después, tocaría rememorar a Sister Sledge con ‘We Are Family’ y ‘He’s The Greatest Dancer’, dos sencillos de su álbum más vendido, que lleva implícita la firma del guitarrista y productor neoyorquino.
Tras este breve paso por la ‘Motown’ llegaba otro de los momentos cumbre de la noche. El público volvía a menear las caderas y a corear las melodías de ‘Like a Virgin’, uno de los estandartes del cancionero de Madonna que pasó por el filtro de Rodgers en la década de los 80’s. La Reina del Pop tendría otro hueco más en el set list con ‘Material Girl’ antes de dar paso a los hits, con firma de Nile, en la última década.
El ‘rol’ de productor de Rodgers no solo se encuadra en los éxitos discotequeros de los años 70’s y 80’s. Su influencia y bagaje es tan inmenso que los artistas más relevantes del siglo XXI, han querido integrar la marca sonora de Nile, en sus creaciones. Fruto de ello es ‘Cuff It’ de Beyoncé, lanzada al mercado nueve meses antes de ser interpretada sobre las tablas de Noches del Botánico.
Por supuesto, en esta cascada de hits no podía faltar el ‘Random Access Memories’, de Daft Punk, ganador del Grammy a ‘Mejor Álbum’ y que Nile Rodgers quiso honrar interpretando ‘Get Lucky’ y ‘Love Yourself The Dance’. “¿Pero estos temas también son de él?”, mascullaban algunos espectadores mientras Kim y Folami engrandecían las vocales que Pharrell Williams diseñó para ambas canciones. El asombro y disfrute se respiraba entre unos asistentes que ya empezaban a derramar las primeras gotas de sudor, a causa del ritmo frenético de baile.
Y es que el pulso del concierto no bajaba. Breve regreso a los ‘Greatest Hits’ de CHIC con ‘Soup For One’ que fusionarían con ‘Lady’ de Modjo. Fueron sonar los primeros acordes de este exitazo de los 2000, y la locura volvió a desatarse en el botánico. Una conexión entre ambas canciones que venía como anillo al dedo, ya que el mítico corte de ‘Modjo’ que se popularizó a principios de siglo, utiliza como base de la canción un sample de ‘Soup For One’
Tras la interpretación de otros clásicos, producidos por Rodgers, como ‘Notorious’ de Duran Duran o ‘Spacer’ de Sheila & B. Devotion, le llegaba el turno al ‘Starman’ de Brixton.
Ralph Rolle tomaba el mando a las vocales y comenzaba a alentar al público antes de dar paso al ‘in crescendo’ de ‘Let’s Dance’. ¡Cómo no! El último gran homenaje de este concierto tenía que ser a David Bowie. Del sonido de este icónico tema, que significó un antes y un después en la carrera del ‘showman’ británico, tiene mucha culpa Rodgers. Fue él mismo el que modificó la armonía de la canción y le dio el toque de personalidad con esas guitarras ‘slapback’ de la estrofa.
Evidentemente, quedaba una última bala de oro en el cargador de Nile Rodgers & CHIC y llevaba grabada el nombre de ‘Good Times’. El tema más reconocido de la formación fue el elegido para cerrar una noche de homenaje y recuerdo a la música que ha hecho bailar a varias generaciones. El codiciado músico y productor, dedicó los últimos minutos sobre el escenario a firmar y dedicar los recuerdos de cientos de asistentes que se habían ubicado en las primeras filas. Una firma, que también es imborrable en la historia de nuestro ciclo de conciertos.