La exquisita maestría de James Rhodes al piano deslumbra en Noches del Botánico

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14/7/2018
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La sensación que genera ver a James Rhodes en vivo es directamente proporcional a la relación que el pianista mantiene con sus miles de seguidores en las redes sociales. Están interconectadas, pues tienen una raíz común: la capacidad del músico británico de conectar con las emociones y generar atracción y empatía, ya sea a través de la música o de sus historias.

Porque las manos de Rhodes recorren las teclas del piano con una ligereza y una intención suficientes para que cada una de las piezas interpretadas te eleve y te transporte; te transmita y te remueva.

Se establece una comunicación de tú a tú, igual que en las interacciones que mantiene con cada una de las personas que le escriben a diario.

Y, también, igual que en las fantásticas introducciones que preceden a cada una de estas interpretaciones. Intercala sus propias anécdotas con anécdotas de los compositores, que sabe traer al tiempo presente con un tino y un sentido del humor envidiables. Habla de Bach, Chopin o Rachmaninov, de sus adolescencias, sus motivaciones, sus pasiones... como si fueran personas del siglo XXI y así explica las obras, antes de comenzar a tocarlas crea interés y expectación y logra una mayor atención si cabe.

Y un mensaje claro, que manifestó desde el inicio: "La clave hoy es la felicidad". Porque para él la música es un vehículo de pura felicidad y de celebración de la vida. Y es un lujo que quiera compartirlo con nosotros.

 

No podemos olvidarnos de mencionar a la estupenda banda Animales, que nos acompañó a primera hora de la tarde en la Zona Club Alhambra.

 

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