Se cumplen doce años desde que la UNESCO incluyera al Flamenco dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Un hito para nuestro arte que, una vez más, quedaba bajo el paraguas de una institución entregada a difundir y preservar los valores culturales a escala mundial.
Y es que el Flamenco es una manifestación artística que va más allá de un simple género musical. Es el sentir de un pueblo que trata de expresar las emociones a través del quejío, el toque y el baile; Es ese compás de 12/8 que nace y muere en las palmas, en la madera del cajón o en el golpeador de la guitarra; Es el reflejo de una sociedad a caballo entre tradición y vanguardia pero con un manantial de talento inagotable a lo largo de los siglos.
Actualmente, el Flamenco sigue siendo un importante reclamo turístico y una de las piezas fundamentales del motor económico en España. Nosotros nos hemos ocupado de que su esencia esté presente en el embrujo y la frondosidad del Jardín Botánico de la Universidad Complutense a lo largo de estas seis ediciones.
Desde el 2016, han pasado por el escenario de Noches del Botánico referentes de la talla de Tomatito, Diego “El Cigala”, Niña Pastori, Estrella Morente, Israel Suárez “El Piraña” o Farruquito y grandes exponentes de las nuevas generaciones como María José Llergo, Miguel Poveda, Israel Fernández o Nino de los Reyes, entre muchxs otrxs.
Si ha existido una tónica recurrente en las veladas flamencas de Noches del Botánico, esa ha sido la fusión de nuestras raíces con las distintas corrientes musicales del mundo. No es descabellado afirmar que ciertas ramas del flamenco hacen buenas migas con géneros como el jazz o el rock. Maestros como Camarón de la Isla o Enrique Morente ya nos demostraron con sus respectivos ‘La Leyenda del Tiempo’ y ‘Omega’ que llevaban varias décadas habitando en el futuro.
En Noches del Botánico hemos llevado a cabo esta fórmula y el resultado ha sido único e irrepetible. Tanto como poder ver a dos leyendas de la guitarra clásica y eléctrica, respectivamente, como son Tomatito y George Benson, compartiendo escenario en el 2019 o disfrutar el mismo año de uno de los últimos shows de Chick Corea, en un programa doble junto al espectáculo Paco de Lucía Project que homenajea al mejor guitarrista de todos los tiempos.
En el quinto aniversario, Diego “El Cigala” nos sorprendió a todos con un grupo de mariachis haciendo homenaje al que era su último trabajo ‘Cigala canta a México’. Todo un festín de diversidad como el que nos ofreció Miguel Poveda este pasado verano en un concierto marcado por el vaivén de géneros expuestos sobre el escenario por el cantaor barcelonés. Aunque el momentazo, en cuanto a la fusión de culturas, se lo llevó este año el bailaor Nino de los Reyes, quién nos dejó una escena no cuanto menos diferenciada y única, al irrumpir en mitad del concierto de Snarky Puppy para marcarse un taconeo de ejecución pura y magistral.
Como diría Camarón “La pureza no se puede perder nunca cuando uno la lleva dentro de verdad”. Y la verdad es que no hemos podido evitar que se nos escape una lagrimilla al recordar todos estos momentos mágicos que hemos vivido, en nuestro pequeño oasis, gracias a esta forma de entender la vida y la música. ¡Feliz día del flamenco!
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