Rigoberta Bandini va sobrada de inteligente ironía y perspicacia melódica. Tiene una capacidad envidiable para facturar hits. Canciones pegadizas que aúnan las mejores virtudes del pop de amplio espectro.
Lo trascendente y lo frívolo, lo espiritual y lo hedonista, lo triste y lo eufórico: ese juego de contrastes es el que alimenta desde hace más de un lustro la música de la polifacética artista catalana Paula Ribó, nombre real de esta actriz, dramaturga y cantante de 35 años que se convirtió, en tiempo récord, en una de las figuras más populares del pop español. Desde la publicación de singles como “Too Many Drugs” o “In Spain We Called It Soledad”, que se viralizaron en plena pandemia, su progresión ha sido meteórica: su participación en el Benidorm Fest con la canción “Ay mamá” y álbumes repletos de hits en potencia como “La emperatriz” (2022) y el reciente (y doble) “Jesucrista Superstar” (2025) han confirmado la valía de una propuesta que aúna personalidad, ingenio, sentido del humor y melodías de lo más pegadizas, bajo influencias tan dispares como ABBA, Mónica Naranjo, Daft Punk, Gigi D’Agostino o Mocedades y con el synth pop y la canción melódica como primordiales vehículos expresivos. Su último single hasta el momento es “No te apartes de mí”, junto a Zoe Gotusso.